Entender los diferentes tipos de trastorno mental puede ayudarnos a reconocer y abordar estos problemas de manera efectiva. En este artículo, exploraremos de manera muy general los trastornos mentales más comunes, sus características y cómo afectan a la vida de las personas. Esta revisión será una breve pincelada en comparación con la profundidad y complejidad que conllevan los trastornos mentales. Un artículo en un blog, jamás debe usarse como un diagnóstico, por lo que, si tienes cualquier pregunta, no dudes en contactar conmigo o con un profesional de la salud mental.
¿Qué es un Trastorno Mental?
Un trastorno mental es una alteración significativa del comportamiento, las cogniciones y el estado emocional de una persona, provocando un deterioro en lo social, laboral (o escolar) u otras áreas importantes para el funcionamiento de la persona. Los trastornos mentales pueden variar en gravedad y duración, pudiendo afectar a cualquier persona.
Tipos más comunes de Trastornos Mentales
1. Trastornos de ansiedad:
Los trastornos de ansiedad son los más comunes y se caracterizan por una preocupación excesiva y persistente. Incluyen:
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Preocupación constante y excesiva sobre diversas actividades o eventos.
- Trastorno de pánico: Episodios recurrentes de miedo intenso acompañados de síntomas físicos como palpitaciones y sudoración.
- Fobias específicas: Miedo irracional a objetos o situaciones específicas, como animales o a las alturas.
2. Trastornos del estado de ánimo:
Estos trastornos afectan el estado emocional de una persona y pueden incluir:
- Depresión mayor: Sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés en actividades y cambios en el apetito y el sueño, entre otros.
- Trastorno bipolar: Alternancia entre episodios de manía (euforia extrema) y depresión.
3. Trastornos del neurodesarrollo:
Afectan al desarrollo del cerebro y pueden incluir:
- Trastorno del espectro autista (TEA): Dificultades en la comunicación y comportamiento repetitivo.
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): Problemas de atención, hiperactividad e impulsividad.
4. Trastornos psicóticos:
Estos trastornos implican una desconexión de la realidad y pueden incluir:
- Esquizofrenia: Alucinaciones, delirios y pensamiento desorganizado.
- Trastorno esquizoafectivo: Síntomas de esquizofrenia junto con síntomas del estado de ánimo.
5. Trastornos de la alimentación:
Afectan los hábitos alimenticios y la percepción del cuerpo, e incluyen:
- Anorexia nerviosa: Restricción extrema de la ingesta de alimentos y miedo intenso a ganar peso.
- Bulimia nerviosa: Episodios de ingesta excesiva seguidos de comportamientos compensatorios como el vómito inducido.
6. Trastornos de la personalidad:
Estos trastornos implican patrones de comportamiento inflexibles y desadaptativos, como:
- Trastorno de Personalidad Límite (TLP): Inestabilidad en las relaciones, la autoimagen y las emociones.
- Trastorno de Personalidad Antisocial: Desprecio por los derechos de los demás y comportamiento impulsivo.
7. Trastorno de estrés postraumático (TEPT):
El TEPT puede desarrollarse después de experimentar o presenciar un evento traumático. Los síntomas incluyen recuerdos intrusivos, evitación de recordatorios del trauma y cambios en el estado de ánimo y la reactividad.
Importancia del diagnóstico y tratamiento
En psicología existen diferentes corrientes teóricas y el uso del diagnostico para tratar los trastornos mentales variará según estemos formados en una u otra corriente. Algunas corrientes que utilizan el diagnóstico son: la terapia cognitivo-conductual o la corriente psicodinámica. Las corrientes que no utilizan el diagnóstico son la terapia centrada en la persona, la Gestalt o la terapia familiar sistémica o de pareja. El que no se utilice tanto el diagnóstico, no quiere decir que no se hagan las evaluaciones precisas para poder conocer qué es lo que le está pasando al paciente.
No obstante, conocer los diferentes diagnósticos y los tratamientos de elección para cada trastorno mental, es esencial para manejarlos. Los profesionales de la salud mental utilizan herramientas como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (actualmente el DSM-5) para identificar y clasificar estos trastornos. Las opciones de tratamiento pueden incluir diferentes tipos de terapia, según el trastorno mental y habrá que escoger la terapia de elección, es decir, con mayor evidencia para cada trastorno, que podrá ser, entre otras, la terapia cognitivo-conductual, la terapia familiar sistémica, el EMDR, la medicación y el apoyo social.
Conclusión
Entender los diferentes tipos de trastornos mentales es el primer paso para abordar estos problemas de manera efectiva. Pero ten en cuenta, que somos mucho más que un diagnóstico. Si tú o alguien que conoces está luchando con un trastorno mental, es importante buscar ayuda profesional. La salud mental es una parte integral de nuestro bienestar general, y no debe ser ignorada.
Si tienes cualquier duda, no dudes en dejarme un comentario.
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